Por Eliécer Cárdenas E.
Publicado el 19 septiembre, 2017
Diario El Mercurio / Cuenca - Ecuador
“El Santo Temor” es la nueva novela del escritor ecuatoriano
Nicolás Jiménez Mendoza, un autor que ha preferido vivir en la discreta
penumbra del hecho literario, lejos de las reuniones académicas y sociales que,
inevitablemente, suelen acompañar los fastos de los literarios, y por cierto
lejos de lo que pudiera denominarse “carrera” literaria, con sus “codazos” al
colega, sus prisas por “destacarse”, aun cuando se carezca de los méritos
suficientes para el efecto.
Nicolás Jiménez Mendoza ha venido por lo tanto trabajando
silenciosamente una obra que merecería ser conocida, y además reconocida, por su
carácter de “Suma” de vidas, estilos y existencias narrativas. Una de sus
anteriores obras, titulada “La obra, los duendes ecuatoriales” tuvo la virtud
de que aunque no fue comentada en el país sino en mínima medida, fue leída, y
por lo bajo, señalada como un muestrario donde salían a la luz ciertas
situaciones y personajes de la vida cultural y política del Ecuador, con una
dosis de ironía por momentos rayana en la dureza. En ella desfilaban
escritores, otros que eran falsos autores caracterizados por el arribismo,
comparsas políticas, directivos y directivas culturales apenas disimulados por
nombres y circunstancias. El silencio impuesto a la obra no la volvió sin
embargo inocua ni invisible.
En esta nueva obra, “El Santo Temor”, Jiménez Mendoza
prefiere bucear en clave autobiográfica una existencia dramática, trágica y
hasta tragicómica en algunos momentos, con el protagonista Josè Emilio Ramírez Calle, un personaje
común, de clase media baja, que sufre sus primeras frustraciones al ingresar,
por iniciativa de una tía suya, con media beca en un colegio religiosos más
bien de alcurnia, donde lo ignoran y ridiculizan. Luego estudia en un colegio
nocturno para obreros, trabaja para unos dueños afiliados a la organización
ultraderechista ARNE, de los años cincuenta.
Su cambio se opera paulatinamente a través del trabajo sindical con
grupos cristianos que luego formarán parte del llamado Movimiento de Izquierda
Cristina. Es acusado de tener dinamita
en su hogar, su familia es perseguida, sus hermanos detenidos, él se oculta y
le gana una suerte de paranoia, donde no se sabe si lo persiguen pesquisas o
policías en realidad, o si es una alucinación promovida por las tensiones, la
pésima alimentación. Es llevado a varios
tratamientos siquiátricos.
Con la separación de su hogar, las peripecias de Ramírez
proseguirán. Se descubre escritor, vive
pobremente, se divorcia de su mujer, lucha por dar a conocer su obra, le
sobreviene una grave enfermedad. Tantas
desgracias sin embardo, son narradas como una crónica, con testimonios
estremecedores. La vida de un personaje
ecuatoriano tocado por la maldición del infortunio. Quizá la debilidad de la obra radica en su
composición como crónica de principio a fin.
En cualquier caso, una novela notable del autor, Nicolás Jiménez
Mendoza.
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