jueves, 9 de enero de 2014

LA VÍA NOCTURNA




Gracias a los amigos Paulina Altuna de Burke y Beat Burke, quienes invirtieron el valor total de la impresión, he podido publicar esta novela que me ha aportado placenteros días de creación y añoranza.

Paulina Altuna y Beat Burke, esposos que residen en Suiza son humanistas colaboradores con importantes expresiones de la cultura ecuatoriana. Ella es pintora y escultora de extraordinario valor, creadora infatigable. Ha mostrado su obra principalmente en Europa.  Beat un empresario humanista, con sensibilidad artística e inteligencia innovadora.  Mantienen Artemis Galerie Suisse a través de la cual han apoyado la labor de pintores ecuatorianos y latinoamericanos, han realizado exposiciones mixtas e itinerantes en Suiza, Bélgica, Perú. Han contado con determinado apoyo de las Naciones Unidas, pero ningún apoyo oficial del Estado Ecuatoriano.

Mi libro, que ellos generosamente auspiciaron, puede resumirse en la aventura interior de un personaje, José Elías Arcos, que hace el camino laberíntico de la bohemia en Quito desde finales de los años cincuentas y hasta finales de los sesentas. Este camino es el de la iniciación en niveles altos de humanismo que finalmente lo salvan en el paraíso de la felicidad que realmente buscaba.

El libro está bellamente editado, el impresor es Dn. Jorge Soto Mardones, bajo el sello editorial Ediciones Bernardo de Legarda, consta de 490 páginas y en cuya portada aparece un retrato dramático del personaje Gyo, ejecutado por Rita Merino.

La relación del medio nocturno y bohemio de Quito es amplio y será reconocido por quienes lo compartieron en la bohemia de ese tiempo.   Por el tema y los personajes será comprendido por ellos y también por las nuevas generaciones.

Reiterando mi agradecimiento a los amigos Paulina y Beat, recomiendo a amigos y no amigos la lectura de La Vía Nocturna, sé que a unos y otros no los dejará indiferentes.

Como a mis libros anteriores, auguro para la Vía una primera etapa de desidia, desconfianza y hasta de temor de nuestro medio cultural tan deficiente en la lectura y luego progresivas etapas de justo reconocimiento porque no será posible en el futuro entender los momentos sociales e históricos a los que aluden mis novelas sin el estudio de las mismas.  Auguro felices y fecundos momentos de lectura a la próxima y subsiguiente generación.

Nicolás Jiménez Mendoza